En Antioquia se recupera el oficio milenario de carpintería de ribera

Por Ana María Mena Lobo

BOGOTA, 8 de julio.-En Turbo, Antioquia, un grupo de seis jóvenes y tres maestros constructores ha devuelto al astillero de los Hermanos Coneo el antiguo sonido de la carpintería de ribera, ese saber artesanal que da forma a embarcaciones capaces de recorrer tanto río como mar. Durante nueve meses, entre agosto de 2024 y mayo de este año, construyeron desde cero un barco de madera –el primero en más de treinta años- pensado para navegar por el Golfo de Urabá.

Bautizada como La CocoBalé, la embarcación es fruto de un proceso que combina tradición, formación y propósito social, impulsado por la Corporación Cultural y Social CocoBalé con el respaldo del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, gracias al programa de concertación cultural. Estos recursos permitieron becar a seis jóvenes de la región interesados en este oficio.

“La construcción del barco fue más que un proyecto: fue una nueva etapa para el territorio”, cuenta Mateo Emilio García, uno de los seis jóvenes aprendices del programa. Nacido en Turbo, Mateo se enteró del proyecto por un amigo y no dudó en sumarse. Lo que encontró fue una escuela de vida. “Aprendí del barco, claro, pero también aprendí de don Luis (maestro en carpintería de ribera), que se convirtió en un mentor en temas personales y académicos”, relata.

Don Luis Miguel Coneo, sabedor con más de 52 años en el oficio heredado de su padre y su abuelo, fue uno de los maestros encargados de guiar a los jóvenes en cada paso del proceso: desde la selección de maderas —roble, abarco y cedro— hasta la inmunización contra polillas, el montaje de la quilla, que es la base sobre la que nace el barco; el sellado artesanal de las juntas con estopa, una fibra que evita filtraciones; y la aplicación final de masilla y barniz para proteger la madera del agua y del tiempo.

“No es difícil aprender carpintería de ribera. Lo difícil es enamorarse del arte. Pero si uno se enamora, lo demás fluye», explica don Luis con la autoridad que le da haber construido no solo su sustento, sino también el de su familia, practicando este oficio de curaduría naval durante más de medio siglo.

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